Supervisamos y gestionamos la construcción de cada proyecto en esta etapa de dirección de obra, que se lleva a cabo una vez aprobado el proyecto arquitectónico y obtenida la licencia de construcción.

Este paso implica la responsabilidad de garantizar que la construcción se realice de acuerdo con los planos, especificaciones y normativas establecidas en el proyecto arquitectónico. Durante la fase de construcción nos convertimos en representantes del cliente y nos encargamos de asegurar que se cumplan los estándares de calidad, seguridad y durabilidad.

En resumen, las principales responsabilidades de la dirección de obra en Arquitectura incluyen:

• Supervisión de la construcción: Somos responsables de realizar visitas periódicas a la obra para inspeccionar el progreso de la construcción y asegurarnos de que se estén siguiendo los planos y las especificaciones establecidas en el proyecto.
• Coordinación de equipos y proveedores: Nos encargamos de coordinar y colaborar con otros profesionales involucrados en la construcción, como ingenieros estructurales, eléctricos o mecánicos, para garantizar una correcta integración de todos los sistemas.
• Control de calidad: Se realizan inspecciones para verificar que los materiales utilizados cumplan con los estándares de calidad especificados en el proyecto y que los trabajos se estén ejecutando de acuerdo con las buenas prácticas constructivas.
• Gestión de modificaciones: Durante la construcción, pueden surgir modificaciones o ajustes necesarios. En esos casos, evaluamos estas solicitudes y coordinamos con el cliente y los contratistas para implementar los cambios de manera adecuada.
• Gestión de plazos y presupuesto: Nos encargamos de supervisar que la construcción se lleve a cabo dentro del marco de tiempo establecido y de que se respete el presupuesto acordado. Esto implica el seguimiento y control de los avances, así como la gestión de los pagos a los contratistas.